Ayer, en París, la Ciccone lo volvió a hacer. Ofrecía un concierto privado para unas 1.500 personas en el teatro Olympia -algún español estaría por allí, ya que en la nocturna venta del disco de la semana pasada se sorteó un viaje para asistir-, y en un momento del show decidió besar a una mujer desconocida.
Madonna presentaba en Francia su nuevo disco, Hard Candy, que salió a la venta el pasado 29 de abril. Un día después, estuvo en Nueva York ofreciendo otro breve pase de poco más de media hora, por el que algunos fans llegaron a pagar hasta 2.000 dólares. El próximo 11 de mayo le tocará a Londres.