Aunque sienta predilección por las películas de serie B de los sesenta y setenta, Quentin Tarantino quiere hacer su próxima película a lo grande. Inglorious Bastards, que se estrenaría en dos partes, podría tener como protagonistas nada menos que Brad Pitt y Leonardo DiCaprio.
Con el primero ya está en negociaciones, y con el segundo tiene previsto reunirse hoy jueves para tratar de su posible incorporación al proyecto.
El argumento narra las peripecias de un grupo de soldados durante la Segunda Guerra Mundial, con la particularidad que todos ellos son criminales y pendencieros, carne de presidio a punto de ser ejecutados.
El tren que los conducía hacia la cárcel es atacado por los nazis y, como únicos supervivientes, deciden emprender su huida hacia la libertad dirigiéndose a territorio neutral, Suiza. Para lograr su objetivo deberán eludir tanto a las fuerzas alemanas como aliadas.
El resto del reparto podría contar con otros dos de los actores fetiche del autor de Kill Bill , como son Michael Madsen y Tim Roth .
Y en el caso de materializarse la presencia de las dos estrellas, actuando juntos por primera vez, habría logrado lo que Martin Scorsese ya intentó en la oscarizada Infiltrados. Pero por motivos de agenda, el personaje que debía interpretar Brad Pitt fue finalmente encarnado por Matt Damon .
Antihéroes en la Segunda Guerra Mundial
Inglorious Bastards contine ecos del clásico del cine bélico Doce del patíbulo que Robert Aldrich dirigió en 1967.
Sin embargo su fuente de inspiración es una producción italiana de bajo presupuesto, Quel maladetto treno blindato (Aquel maldito tren blindado), realizada por Enzo G. Castellari en 1978 y que intentaba aprovechar la fama del citado título de Aldrich.
Un film que recibió distintos nombres según el país de estreno. Por ejemplo Deadly Mission, Hell's Heroes o Inglorious Bastards en EE.UU.
Tarantino podría empezar a rodar su versión en octubre, en escenarios de Alemania y Francia, con vistas a presentar la primera de las dos entregas en mayo de 2009 y en el marco del Festival de Cannes.
Y una superproducción que, en caso de cumplir las expectativas, podría resarcirle del relativo fracaso comercial de Death Proof, incluido en la sesión doble de Grindhouse que realizó junto a Robert Rodriguez .