Artistas consagrados, estrellas prometedoras... hasta que un día todo se empezó a venir abajo. Son varios los casos de artistas que, casi siempre problemas personales, han visto como su luz se iba apagando.
En el mundo de la música encontramos a:
Chris Brown: el rapero estadounidense comenzó a los 16 años una prometedora carrera musical. Su primer trabajo, incluso, hizo que comparasen su efecto en el mundo de la música con el de Michael Jackson. Todo eran alabanzas, todo iba viento en popa... hasta que fue declarado culpable de agresión en 2009 a su entonces pareja, Rihanna. Este episodio le ha costado no poder actuar, por ejemplo, en Reino Unido, sus ventas han caído, pocas televisiones quieren entrevistarle. Brown pidió perdón, pero siempre quedará marcado por ese violento capítulo. Su siguiente trabajo, en el cine.
Amy Winehouse: ya ha pasado tiempo desde su alabado Back to Black. Desde entonces, el consumo de drogas, sus conductas autodestructivas y su divorcio de Blake Civil-Fielder en 2009 le han llevado a convertirla en carne de prensa rosa.
Avril Lavigne: la ‘princesa del punk’ canadiense irrumpió como un terremoto en las listas de ventas a los 18 años con su álbum Let Go. Hoy, a los 25, si se tienen noticias de la joven Avril es, bien por las fiestas a las que acude y de la que dan buena cuenta los paparazzi, bien de sus arrumacos con su pareja, Brody Jenner, o bien de la separación de su ex marido. De trabajo, apenas unos anuncios para productos de belleza en los últimos dos años y poco más.
Whitney Houston: quizá uno de los más claros ejemplos de una estrella a la que un matrimonio turbulento, las drogas y demás problemas personales, se encargaron de apagar. Ha intentado volver a la cumbre este 2010, pero ya no es la artista que deslumbró en los 80 y los 90 y ha tenido que sufrir abucheos en varios de sus conciertos. Hay quienes aseguran que Houston aún no ha salido del pozo en el que sumió hace años y que le llevaron, entre otras cosas, a convertirse en una ‘sin techo’ adicta al crack.
Otros casos de estrellas de hace décadas son: MC Hammer, quien acabó arruinado, o Vanilla Ice, quien sufrió varios arrestos y fue acusado de violencia machista en algunas ocasiones.
En el mundo de la interpretación también existen algunos ejemplos de ‘juguetes rotos’:
Macaulay Culkin: uno de los muchos ejemplos de niños que alcanzaron el estrellato como actores y acabaron en el olvido (en el mejor de los casos). Culkin se convirtió en la ‘gallina de los huevos de oro’ cuando protagonizó Solo en casa y Mi chica... pero desde entonces poco, o nada, le han vuelto a poner en la cresta de la ola. A sus 29 años, cuenta entre sus últimos trabajos con varios anuncios en Reino Unido y el doblaje, en 2006, de Robot Chicken.
Lindsay Lohan: podría ser el ejemplo femenino de Culkin, aunque ha conseguido alargar algo más su carrera. Hace poco más de un mes fue condenada a prisiónpor saltarse el programa de rehabilitación impuesto por el consumo de alcohol y drogas. Es el penúltimo capítulo de una vida errática en lo personal que está poniendo punto y final a lo que un día fue una prometedora carrera en el cine. A Lindsay quizá le queda una última oportunidad.