El actor de 21 años, que estaba filmando una película cuando debió ser internado el año pasado, escuchó las recomendaciones de su colega Thomas Lennon que le aconsejó tomar pastillas digestivas.
"No sabía qué era lo que tenía en ese momento y lo único que quería era aprovechar el día de trabajo", sostuvo el protagonista de High School Musical.
En ese momento, Zac decidió descansar para paliar el problema pero cuando habló con su padre se dio cuenta de que estaba realmente enfermo.
"Me quedé dormido y cuando me levanté, estaba empapado de transpiración. Me miré a los ojos y tenía los ojos rojos y la cara pálida. Obviamente algo andaba mal".
"Entonces lo llamé a papá y me dijo que fuera al hospital", señaló el muchacho, que acudió a un centro asistencial en Los Ángeles, donde le quitaron el apéndice
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